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El castillo de Monterrei, en lo alto del valle del río Támega.

A fuerza de agua

Mariano Ahijado|Verín (Ourense)

Tierra de vinos, aparte de contar con lagares rupestres, este municipio fronterizo ofrece cinco manantiales mineromedicinales a los que peregrinar y un parador que supone un retiro sobre el río Támega

El sestil del acebal de Garagüeta, con ejemplares que pueden alcanzar los 16 metros de altura y entre 600 y 800 años.

Soria, cuestión de gusto

Ubicado en lo alto de la ciudad, sobre el Duero, desde el parador se divisa y organiza todo lo que se visitará o saboreará después: el renacentista palacio de los condes de Gómara, el acebal de Garagüeta –con su bosque en el que se hace de noche al entrar y sus bayas rojas ya a punto–, el torrezno y un menú micológico de estreno esta temporada

La sierra de Irta, con Peñíscola al fondo.

El litoral que vive dos veranos

Tradicionalmente de espaldas al mar, esta ciudad costera con espíritu de pueblo se fija cada vez más en la lonja y en el mercado Central de su casco antiguo, en las playas salvajes de la cercana sierra de Irta y en el parador, que se asoma hasta casi tocar las todavía templadas aguas del Mediterráneo

La desembocadura del Guadiana separa Ayamonte (Huelva), en primer término, de Portugal.

Donde la costa onubense se funde con Portugal

La cercanía con el país vecino, al que se llega en barco en 10 minutos, y un parador asomado a la desembocadura del Guadiana motivan la visita a Ayamonte, un municipio pesquero luminoso por su ubicación y por el esplendor comercial del siglo XVIII, reflejado en su arquitectura

Una bandada de grullas se aproxima a la zona de encharcamiento al atardecer, en las Tablas de Daimiel, por donde transcurre una ‘autovía’ ornitológica entre Europa y África.

De vacaciones en un lugar de paso

El espectáculo de ver 7.450 grullas sobrevolar las Tablas de Daimiel, la visita a una granja de ovejas manchegas y el parador de Manzanares, un antiguo albergue de carretera abierto desde 1931, convencen al viajero para que lo que iba a ser una paradita en La Mancha se convierta en una larga estancia

La plaza de Chinchón, de origen medieval, y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que alberga un lienzo de Goya.

Un pueblo que busca elevarse por encima de su propia plaza

Chinchón, con los 234 balcones de madera de su plaza Mayor, y el cercano Colmenar de Oreja, donde se ubica el museo de Ulpiano Checa, se apoyan en el parador, un convento del siglo XVII, para demostrar que no basta con ir a pasar el día para conocer los ajos finos, la historia y la arquitectura de la cuenca del Tajo-Jarama

El cementerio de los Ingleses, entre la punta do Boi y la punta da Cagada, un punto fatídico en el que han muerto 245 marineros.

El litoral que reluce cuando se vuelve gris

Esta región del noroeste de Galicia se apoya en un luminoso parador construido en terrazas para captar visitantes que quieran acercarse a ese mar bravo y caprichoso que la domina a través de una visita a una lonja, un paseo a caballo por la playa y una excursión a un punto fatídico de naufragios

El parador de Santo Domingo de la Calzada, al fondo, y la catedral, a la derecha, en la plaza del Santo.

Todas las formas de patearse la Rioja Alta en otoño

Esta comarca vinícola recibe a andarines de ciudad entusiasmados por el claustro de una abadía cisterciense, a senderistas sorprendidos por los bosques de la sierra de la Demanda y a quienes hacen el Camino. Escojan la ruta que escojan, todas confluyen en Santo Domingo de la Calzada, en cuyo centro histórico sobresalen dos paradores: uno, un antiguo hospital de peregrinos del siglo XII y otro, un convento del XVI

El parador de Fuente Dé, ubicado en el pueblo del mismo nombre, está rodeado de las paredes de roca caliza propias de Picos de Europa. Amantes de coches clásicos, como el Lagonda de la década de 1930 que aparece en primer término, lo eligen como una de sus paradas.

En la vertiente mediterránea de Cantabria

Esta comarca interior se apoya en un teleférico que sube hasta los 1.823 metros en Picos de Europa y en el parador de Fuente Dé, ubicados donde termina una carretera de montaña, para atraer a amantes de los coches clásicos, peregrinos movidos por el Año Jubilar Lebaniego con ganas de caminar bajo el fino sol del otoño y aventureros que se asoman a la escalada en vías ferratas

Un gamo joven en la ruta con guía por Cazorla, Jaén

La sierra de Cazorla para un final de verano

Esta región montañosa de Jaén compite con el litoral apoyada en rutas de senderismo, una fauna vistosa, una iglesia obra de Andrés de Vandelvira y un entorno apacible representado en el parador, desde donde arrancar a andar y terminar para cenar y descansar sin el bullicio de la costa

De secreto mejor guardado a paraíso recuperado

De secreto mejor guardado a paraíso recuperado

Si alguien quiere pisar la montaña más antigua de la península Ibérica tiene que ir a Guadalupe. También si quiere ver espléndidos bosques atlánticos y un cielo límpido por el que pasear por las estrellas. Junto a su monasterio, este pueblo mezcla aventura, ciencia e historia con su parador como vértice desde el que conocerlo todo

Petri Villaescusa, en su finca de viñedos y olivos que tiene en las inmediaciones de Almagro (Ciudad Real).

Los otros colores de la vida en la llanura manchega

Este vivo pueblo conocido por su festival de teatro ofrece más razones para visitarlo: un sorprendente paisaje donde el rojo del suelo contrasta con los campos de olivos y de pistachos y un monasterio convertido en parador en el que ver arte y ver pasar el tiempo

Tres jóvenes miran en sus teléfonos las fotos que se han hecho, en el puente romano de Cangas de Onís.

Oriente de Asturias, una primavera como las de antes

Alrededor del parador de Cangas de Onís, un monasterio benedictino a orillas del Sella, se organizan actividades y excursiones para descubrir cómo vivían y viven los habitantes del lugar. Una forma apasionante y respetuosa de hacer turismo en una zona dominada por la montaña

El parador de Calahorra.

La Calahorra de siempre, más viva que nunca

Esta ciudad fértil de La Rioja Oriental se apoya en una excelente huerta, en su pasado romano y en las actividades socioculturales que suceden en la comarca para, con la ayuda del parador, dejar de ser solo una zona de paso o de negocios y convertirse en un lugar de visita

El parador de La Palma.

La Palma saca lustre al volcán

Esta isla salvaje y frondosa, verde y negra, se apoya en su belleza natural de siempre; en la de ahora, representada en Tajogaite, y en el impulso del parador para recuperar el turismo, tan necesario como el plátano para la supervivencia de los palmeros

El parador de Mazagón (Huelva) se encuentra en primera línea de playa.

Huelva, el verano infinito comienza en otoño

La costa onubense, con sus largas playas de arena fina y dorada, recibe desde septiembre al visitante que busca estar y disfrutar, con el parador de Mazagón como refugio, y al que no quiere parar, con Doñana como espacio natural exclusivo y La Rábida, el origen del viaje que cambió el mundo en 1492

El parador de Lorca.

Lorca, en la ciudad al margen

Este municipio murciano, que se extiende desde el valle del Guadalentín hasta la costa, se apoya en su arquitectura barroca civil, en la sinagoga del siglo XV y en el parador levantado donde se ubica su castillo para sorprender a esos visitantes que quieren salirse del circuito turístico convencional

El parador de Bielsa, enclavado en el valle de Pineta, próximo al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

El Pirineo oscense, para entrar a vivir

En el norte de Sobrarbe, donde se despliega el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se ubica al final de una carretera el parador de Bielsa, punto y aparte e inicio de otra vida, la que marca una mole calcárea de 3.355 metros que primero sobrecoge y luego acoge a visitantes en busca de una calma activa

El nuevo renacimiento de la ciudad de Cervantes

El nuevo renacimiento de la ciudad de Cervantes

Alcalá de Henares, localidad en la que nació el autor de ‘El Quijote’, transita de zona industrial a polo cultural y turístico de Madrid tras ser nombrada Patrimonio Mundial, la apertura de su parador y los descubrimientos en el yacimiento romano de Complutum

El parador de Gredos, en el término municipal de Navarredonda de Gredos (Ávila).

Gredos, el turismo rural nació aquí

El parador situado en la vereda abulense de esta sierra acercó hace un siglo su riqueza natural a las élites del país y extranjeros aventureros. Hoy lo hace con cualquier visitante que quiere conectar con la naturaleza a través de actividades organizadas con ganaderos, ambientólogos y artesanos de la zona

El parador de Jávea, en la playa del Arenal.

Jávea, toda la Costa Blanca reflejada en una bahía

Con un cuidado y bonito casco antiguo, una costa escarpada idónea para deportes de tierra y mar y una zona muy movida de playas y restaurantes en la que se ubica el parador, este pueblo alicantino tiene la capacidad de recibir viajeros todo el año y de convertir a algunos en residentes para toda la vida

El parador de Argómaniz, a 15 kilómetros de Vitoria (Álava).

A la Llanada Alavesa ya no se va de paso

Esta planicie, con el parador de Argomaniz como centro de operaciones turísticas, sigue funcionando como lanzadera de visitantes a las capitales que la rodean pero ahora también como una zona que atrapa al de fuera gracias a las iniciativas de sus habitantes

El parador de Corias, en el concejo de Cangas del Narcea (Asturias).

Un retiro activo en el interior de Asturias

Cangas del Narcea se desprende emocionalmente de la minería y se abre a lo que viene apoyado en sus profundos valles y el especialísimo bosque de Muniellos, en el resurgir de su vino y en un monasterio, el de Corias, reconvertido en parador

El parador de Jarandilla de la Vera (Cáceres).

La Vera en rojo, verde y azul

Tierra del pimentón, esta fértil comarca cacereña habilitó su castillo-parador y el monasterio de Yuste hace 500 años para que el emperador Carlos V pasara sus últimos meses y hoy busca atraer a visitantes en los primeros días de libre movimiento

El hostal de San Marcos en León.

La segunda casa de los leoneses

El nuevo parador de León, ubicado en el renacentista convento de San Marcos y con un gran peso en la ciudad, se alía con ella para conseguir que los de fuera contribuyan a la recuperación de los de dentro